Por; BARRY RASSIN, Presidente del Consejo de Fiduciarios de La Fundación Rotaria
Para muchos, las Bahamas son un lugar para escapar de climas más fríos, relajarse en playas de arena blanca y bucear en aguas cristalinas de color turquesa. Para mí, es mi hogar. Crecí navegando en estas aguas y hasta el día de hoy, cada vez que puedo, disfruto del agua con familiares y amigos. Ahí es donde está mi corazón.
Las amenazas ambientales que enfrenta mi país son reales. Nuestros arrecifes de coral, vitales para la biodiversidad, están en peligro debido al calentamiento de los mares y la contaminación. Los huracanes y las tormentas tropicales parecen ser más intensos con cada año que pasa. El aumento del nivel del mar representa una amenaza existencial para las Bahamas, erosionando nuestras hermosas costas a medida que el agua salada se infiltra en nuestros preciosos y limitados recursos de agua dulce.
A finales del año pasado, tuve la suerte de representar a Rotary en la COP28, la convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se celebra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). El consenso que surgió de la reunión fue que el progreso en la lucha contra el cambio climático ha sido demasiado lento. Los participantes dijeron que el mundo necesita acelerar el ritmo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ayudar a las comunidades a ser más resistentes al cambio climático y apoyar mejor a los países más vulnerables.
Rotary puede ser parte de la solución.
Como saben, la protección del medioambiente es una de las áreas de interés de Rotary. Muchos clubes son activos en sus comunidades con proyectos como la limpieza de playas y carreteras. Con La Fundación Rotaria, pueden aumentar su impacto al compartir recursos con clubes y distritos de todo el mundo. Las subvenciones de la Fundación permiten poner las generosas contribuciones de sus compañeros socios de Rotary al servicio de un mundo mejor. Imaginen las posibilidades. Quizás los distritos rotarios de Canadá y Australia podrían proteger los humedales de Nueva Gales del Sur en Australia. Los líderes de Rotary de Brasil, India y Taiwán podrían liderar proyectos de subvenciones para capacitar a agricultores en el estado indio de Andhra Pradesh en agricultura sostenible. Los clubes rotarios y Rotaract de las Bahamas, Sudáfrica y Nueva York podrían trabajar con sus distritos para ayudar a mi país a restaurar sus recursos naturales, arrecife a arrecife o manglar a manglar.
Los problemas que enfrenta nuestro entorno parecen abrumadores hasta que nos percatamos de que muchos se pueden solucionar. Hay muchas maneras de ayudar a través de Rotary. Incluso si no lideramos una subvención o participamos como voluntarios en un proyecto, todos podemos ayudar a proteger el medioambiente a través de nuestras donaciones a la Fundación.
Rotary no puede salvar el planeta por sí solo. Pero como demuestran nuestros avances en la erradicación de la polio, el impacto de Rotary es enorme cuando ponemos en marcha nuestra visión de un mundo mejor y nos ponemos manos a la obra.
