Por: Maria Victoria Jimenez – CR Medellin
Quien no lo conozca o lo haya oído nombrar, es porque no ha pagado nunca una Conferencia Rotaria, un Instituto Rotario o no sabe en realidad quien maneja el dinero de los dos distritos, porque Carlos Alberto Arango, aparte de ser el hombre del dinero, es la persona mas jovial, respetuosa, amorosa y solidaria, que está siempre dispuesto a atender a quien lo solicita y a colaborar en todo lo que signifique manejo del dinero.
NO en vano fue directivo 15 años en colrotarios y aun hoy, hace parte de su junta, pero maneja también por puro cariño y ganas de servir, las finanzas de los dos distritos.
Quienes lo conocen de cerca saben que es un hombre clave en los distritos, por su honestidad, por el buen manejo de los números, porque siempre tiene tiempo para arreglar las cifras, porque sabe hacer amigos y porque a él, el dinero si lo trasnocha. “a veces me descuadro en mil pesos y no duermo, o me despierto a las dos de la mañana diciéndome, ya encontré el error y al levantarme, todo esta cuadrado”, así es el de comprometido.
Aunque manejar dinero es complicado y a casi nadie le gusta hacerlo, el se ofrece, porque lo hace bien y la gente le tiene confianza porque saben que practica a pie juntillas los valores rotarios y aunque su cargo es importante, no le gusta figurar, no le gusta que le hagan honores, pero de verdad que los merece. Es tan sencillo, que hasta le hace bromas a la gente cuando en un evento rotario donde está, le preguntan que dónde está sentado que como es y el responde “estoy en primera fila y soy bajito, calvo y gordito” y la verdad, es que mide 1.90, tiene buen cabello y su presencia no pasa desapercibida.
Hace 35 años es rotario del Club San Fernando de Cali, donde ha ocupado todos los cargos y también fue el gobernador, cuando Rotary Internacional cumplió su centenario. Pero según cuenta, entró a ser rotario a la fuerza, porque cuando lo invitaban a una reunión, le corría pues pensaba que era un grupo algo así como una logia, pero la verdad, cuando al fin aceptó y llegó a una reunión, todo el mundo los saludó por su nombre, todos sabían su vida, todos lo conocían de referencia y aunque él no conocía a nadie, le pareció lo mejor y se quedó y siempre ha pensado que perdió un año de ser rotario por no haber aceptado antes esa invitación.
Carlos Alberto es un ser humano de esos que cuando uno lo conoce, queda fascinado por su generosidad para todo, incluido para el trato, por ello, es que es socio honorario de cinco clubes del país, Nadie más que él, ostenta ese honor, pues se lo ganó a pulso por ser como es, con ese don de gentes y esa facilidad que tiene para ayudarle a todo el que lo necesita.
Es un ingeniero de profesión que tiene una hermosa familia. Su primera esposa, ya fallecida también fue rotaria, sus hijas, aunque no son rotarias, conocen el mundo rotario, conocen muchos amigos rotarios y lo apoyan en todo se quehacer en esta organización, al igual que su actual esposa, con quien comparte este amor por el rotarismo.
Es antioqueño de nacimiento y caleño de crianza, pero el país rotario lo lleva en el alma y aunque es el hombre de la plata, eso lo bendice porque le ha permitido conocer muchos amigos y servir en lo que sabe y le gusta.