UNA LUZ DE ESPERANZA: JORNADA DE AGUDEZA VISUAL EN CÚCUTA

Por; Lucas Molet CR Cúcuta Ciudad de los Árboles

 

El pasado 24 y 25 de octubre, el Club Cúcuta Ciudad de los Árboles y el Club Nuevo Medellín se unieron para llevar a cabo una jornada de agudeza visual en el Colegio Teresa Guasch de San José de Cúcuta. Durante dos días, la comunidad se volcó en una actividad que cambiaría la vida de muchos niños y adolescentes. Desde temprano, el colegio se llenó de sonrisas y expectativas. Los pasillos, normalmente tranquilos, se convirtieron en un bullicio de voces y risas, mientras los niños esperaban su turno para ser atendidos. Gracias al esfuerzo conjunto de Daniel Vizcaíno y Alicia Rivas del CR Nuevo Medellín y la colaboración de la optómetra Johanna Martínez, se realizaron 540 tamizajes visuales. La dedicación y profesionalismo de estos voluntarios fueron palpables en cada examen realizado, donde cada niño fue tratado con el máximo cuidado y atención.


La jornada no solo se limitó a los tamizajes. En un gesto de generosidad que tocó los corazones de todos los presentes, los rotarios en acción entregaron 70 gafas nuevas a aquellos que más las necesitaban, gracias a una donación anónima. Las caras de los niños al recibir sus gafas reflejaban una mezcla de sorpresa y gratitud, conscientes de que este pequeño objeto les abriría nuevas puertas en su educación y vida diaria. Para muchos, era la primera vez que podían ver el mundo con claridad, y sus ojos brillaban con una nueva esperanza.


Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue cuando una adolescente, después de ponerse sus nuevas gafas, exclamó con alegría que ahora podía ver claramente la pizarra en su salón de clases. Sus palabras resonaron en los corazones de todos los presentes, recordándoles la importancia de la salud visual en el desarrollo académico y personal de los niños. La salud visual de los niños y adolescentes fue la prioridad del programa. Cada lente entregado representaba una oportunidad para mejorar su rendimiento académico y su calidad de vida. La comunidad de Cúcuta demostró, una vez más, que la solidaridad y el trabajo en equipo pueden iluminar el camino hacia un futuro mejor. Los rotarios, con su incansable labor, dejaron una huella imborrable en la vida de estos jóvenes, quienes ahora pueden soñar con un futuro más brillante y lleno de posibilidades.


Al finalizar la jornada, los voluntarios se despidieron con la satisfacción de haber hecho una diferencia significativa. Las sonrisas de los niños y las palabras de agradecimiento de los padres fueron el mejor reconocimiento a su esfuerzo y dedicación. Esta jornada de agudeza visual no solo mejoró la vista de muchos, sino que también fortaleció los lazos de la comunidad, demostrando que juntos, se pueden lograr grandes cosas.

PARTICIPE Y COMENTE ESTA PUBLICACIÓN