Actualmente soy el socio activo más antiguo y más viejo de nuestro club.

Por; Jorge Aurelio Díaz - 
PGD 470 95-96

En el año 1984 cuando el Club Rotario Bucaramanga Sur recibió la carta Constitutiva, nuestro amigo Carlos Lozada me propuso el ingreso al Club del cual él había sido socio fundador. Acepté y me aceptaron y fui el socio rotario identificado por RI como 1121256. Actualmente soy el socio activo más antiguo y más viejo de nuestro club, ya que los socios fundadores o se han retirado o han pasado a la gloria eterna.

Del cargo de gobernador es algo que recuerdo mucho… Llegado el tiempo para las postulaciones, el club se declaró en Asamblea y como siempre en un gran silencio, roto de improviso por Rafael Marín quien pidió la palabra y dijo que me postulaba. Desde luego fue para mí, una gran sorpresa pues reconocía que se encontraban en la reunión compañeros con muchos más méritos que los que yo pudiera tener. Pedí la palabra y traté de exponer mi poca disponibilidad de tiempo y de algunas otras disculpas que traté de encontrar para no poder llevar a cabo esta delicada labor, pero no me escucharon!  Sin embargo, traté de tranquilizarme porque pensé en el honor que me dispensaría si llegaba a ser Gobernador.    En el fondo esperaba que alguien más se postulara pero paso el tiempo y no hubo más candidatos dentro del distrito y por supuesto, quedó en firme mi nombramiento. Hoy doy gracias a Dios y a los compañeros porque fue una experiencia enriquecedora, de aprendizaje, de apreciar el sentimiento de visitar a los diferentes clubes, los lazos de amistad que se crearon y sobre todo, el trato directo con los rotarios y sus esposas. Eso es algo inolvidable.  Tuve la suerte también que el presidente de Rotary Internacional 1996–97 fue el suramericano Luis Vicente Guay, con él junto con su esposa Celia hemos tenido encuentros muy cercanos.  Su lema presidencial fue CONSTRUYAMOS EL FUTURO CON ACCION Y VISION y el lema de mi gobernación, fue EL PERDON Y LA TOLERANCIA NOS PERMITIRAN SERVIR MEJOR.

Rotary desde siempre se ha preocupado por la conservación del medio ambiente por lo que como direccionamiento a los clubes de mi distrito los estimulé a adelantar obras en su región con programas de ADOPTE UN RIO, defendiendo, cuidando, aseando, respetando y defendiendo las aguas del entorno del lugar ribereño que cada club posea en sus cercanías.
Mi recomendación fue que, de ser posible, se promoviera la continuidad de aquellas obras y programas que cada gobernador emprende en su año de mandato y que no se detuvieran los programas que traía cada nuevo dirigente.

Mi mayor orgullo como rotario, es haber recibido de manos del presidente de Rotary International de este año, Barry Rassin, el PREMIO AL SERVICIO MERITORIO. (Service Above Self Award) 2018–19, que fue creado por la mesa de directores para reconocer aquellos rotarios que personifican realmente el lema del Servicio Meritorio, el cual es considerado como el honor más alto para Rotary International.

Agradecí inmensamente y me sentí muy honrado al recibir este reconocimiento en la Conferencia Distrital de manos del Gobernador Alberto Londoño en la Isla de San Andrés, el pasado 24 de marzo. Las obras sociales han sido de alguna manera  para mí y para mi familia motivo de satisfacción y  tranquilidad.  Somos cofundadores de la Fundación Albeiro Vargas que vela por los ancianos desprotegidos, la Fundación San Ezequiel Moreno que ayuda a los enfermos de cáncer con su lema “llevar al enfermo amor y pan”, e igualmente apoyamos al Asilo San Antonio y al Asilo San Rafael.  Les solicité a las monjitas que lo regentan, que me reserven un cuartico y cada vez que van a recoger la cuota me dicen “Jorge su cuartico ya tiene telarañas “ ha pasado el tiempo y parece que yo también las tengo. Otra obra bandera en mi vida que me ha llenado de satisfacciones enormes es  la dirección de la empresa SEVICOL TDA por más de 40 años, empresa de seguridad que proporciona trabajo a más de 4.000 hombres a nivel nacional y por lo que el Congreso de la Republica me condecoro con la ORDEN DE GRAN CABALLERO. Gracias a todos por su amistad y cariño, a mi esposa Gilma, incondicional compañera, a mis hijas trabajadoras y amorosas, a mis adorados nietos y a la vida por darme tantas  satisfacciones y alegrías.